Friday, August 29, 2008

DESCENSO DE BARRANCO "LA PEONERA"

Alquézar es de color naranja y albero, mimetizado entre la tierra y la roca caliza que define la naturaleza de las sierras prepirenaicas. Los encalados tostados de las fachadas y las tejas que cubren sus tejados parecen dispuestas con ese fin camaleónico, intentando evitar la quiebra de una armonía que resulta fascinante cuando el perfil de Alquézar se presenta insolente por la carretera que nos ha traído desde Radiquero. Nada fue dejado a la improvisación en esta obra de siglos nacida con carácter defensivo.
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En realidad todo es una cuestión de percepciones y de ángulos. El naranja se matiza y se atenúa en la cercanía pero nunca se pierde la sensación de estar en un espacio de voluntariosa discreción, resguardado bajo la gran mole que soporta la Colegiata de Santa María la Mayor, verdadero icono y referencia visual de Alquézar.
Primera anécdota, el coche, sabio, no arranacaba (sabía lo duro que iba a ser), fue empujado cuesta abajo

Lo cierto es que resulta complejo hablar de Alquézar sin recurrir a tópicos mil veces usados. Sin abusar de referencias literarias de los viajeros ecimonónicos que vieron en la vieja fortaleza tanta belleza como misterio en los fondos abismales de los barrancos que la rodean.
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El pueblo ha sido escrito y cantado, dibujado y recorrido por los primeros pirineístas, por los franceses Lucien Briet y Aymard d’Arlot de Saint-Saud, por Lucas Mallada y el dibujante Albert Tissandier. Todos ellos describieron sobrecogidos este espectáculo de riscos y barrancos rematado con la fortaleza como espadaña de un templo natural.
Yerai, Iván fueron becados por FUPRIADE en este campamento.

A las 8:30 ya estabamos desayunando para coger fuerzas para el día tan intenso que íbamos a tener, comentando como se iba a desarrollar la actividad; primero esperar a nuestro guía Roberto, organizar la comida, el material necesario como neoprenos, cascos, etc... una vez organizado empezamos la aventura con la aproximación al Barranco, después realizamos un descanso, nos pusimos todo el material necesario para realizar la actividad y comenzamos con la aventura, destacando la participación de uno de nuestro equipo Little Sensei el Duque de Berat Aimor Mosquera de Septimio-Bathzabbay El Tadmur, contando tan solo con 6 años de edad, realizó todo el recorrido como un campeón.

El Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara es el escenario que lo decora. Alquézar está en el sureste del mapa del Parque, erigiéndose como puerta principal de acceso y referente fundamental para barranquistas y amantes de los deportes de aventura. Ésta es la pequeña revolución experimentada por el pueblo en las últimas décadas al albur de un desarrollo turístico tan imprevisible como sorprendente.
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Lo que durante siglos fueron inquietantes e inhóspitos barrancos que pertenecían al lado más sombrío del imaginario popular, se convirtieron de repente en atractivas formas de la naturaleza que permitían nuevos placeres y una capacidad lúdica inédita.



Esas profundas huellas labradas durante siglos por las aguas del río Vero atrajeron primero a decenas de franceses y mas tarde a una romería constante de amantes de las nuevas expresiones deportivas que no deja de crecer. Alquezar se transformó en el templo del barranquismo y hoy comparte un turismo interesado por su historia con otro que camina con neopreno en busca de las corrientes de agua. En el pueblo han tenido que aprender rápido el francés para atender tanta demanda e incluso varios compatriotas del inolvidable Briet han seguido sus pasos un siglo después pero esta vez para instalarse definitivamente en Alquézar.
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El pintor Albert Tissander escribía en un viaje realizado en 1889 que “no nos cansaríamos de pasear por las afueras de la ciudad, entre olivos plantados en todos los sitios donde la tierra vegetal se ha podido retener entre las inmensas rocas que forman el foso natural de la fortaleza”. Las evocaciones del paisaje son hoy de otra naturaleza en los nuevos visitantes.



Siendo el más joven, y al llegar al final del recorrido, el resto de deportistas, aplaudieron al valiente.

Aseguran en Alquezar que en la noche de difuntos todavía se escuchan voces desgarradoras procedentes del Vero, justo bajo la mole pétrea que soporta el monumento. Esas voces son las de los soldados musulmanes que huyeron despavoridos tras conocer la muerte de su rey a manos de una joven del pueblo.
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La leyenda sostiene que un malvado rey moro exigió los favores de la joven más bella de Alquézar con amenaza de muerte para sus familiares si no atendía sus propósitos. Los vecinos, cansados de tanto abuso, se reunieron la noche anterior a la finalización del plazo para tramar un plan. La misma joven decidió recogerse sus largos cabellos y esconder en su interior una daga con la que daría muerte al rey. Al día siguiente accedió a sus maravillosos aposentos rodeada de lujos inimaginables y en un momento de soledad le arrancó la cabeza y la mostró desde uno de los balcones de la fortaleza a sus vecinos.
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Sin embargo la historia más conocida es la de Nunilo y Alodia, que estuvieron cautivas en el castillo antes de ser condenadas a muerte por no renunciar a la fe cristiana. Finalmente fueron decapitadas en el año 851.

El barranquismo o descenso de cañones/barrancos es un deporte semi-acuático que combina distintas disciplinas como la espeleología y el alpinismo; y que a nivel federativo y desde hace muchos años, está compartido por las federaciones de montaña y escalada y por las federaciones de espeleología. Ambas aportan unos conocimientos que han permitido, que actualmente, el descenso de cañones y barrancos sea ya una actividad con entidad propia y con unos materiales específicos.


Su práctica se ha banalizado mucho pero consiste en una actividad muy seria, hasta científica en su medida; y sobre todo, peligrosa si no se realiza con unos mínimos de seguridad. La seguridad es muy relativa, ya que dentro de un barranco o cañón, ya estamos en una situación forzada y potencialmente peligrosa (crecidas de caudal, caída de piedras, resbalones, etc). Las diferentes organizaciones y/o federaciones ofrecen cursos formativos que permiten ser capaces de anticiparse, de prevenir. Esa sería la consigna de seguridad, prevención.
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Básicamente, esta actividad de riesgo consiste en descender por una barranca o quebrada atravesando diferentes obstáculos naturales. A lo largo del descenso, y según el nivel de dificultad del mismo, habrá que sortear rocas, pasar por desfiladeros estrechos, cruzar cascadas, nadar para sortear movimientos de agusa, sumergirse para pasar sifones, descender por toboganes (comprobando siempre antes la base de las cascadas para evitar impacto con rocas, troncos, etc) , andar por graveras, escalar y descender verticales usando técnicas como el rápel, donde el deportista podrá disfrutar de la naturaleza practicando al mismo tiempo el excursionismo, pero siempre siendo consciente del deporte que se practica.



Cabe tener en cuenta que la dificultad en el descenso de un cañón y/o barranco es directamente proporcional a la verticalidad, estrechez de sus paredes y sobre todo al caudal. Ese sería el factor determinante, lo que daría nivel a un descenso, el caudal. Cabe ser muy prudente a la hora descender un barranco y sobre todo a la hora de interpretar la información. La actual era de la sociedad de la información pone a nuestro alcance mucha documentación que si no se es capaz de asimilar bien puede ser fatal.





Fuente:
- Juan Gavasa.
- Wikipedia.