Thursday, April 26, 2007

EL CAP DE CREUS (CABO DE CREUS) INICIO DE LOS PIRINEOS

IMÁGEN VIA SATELITE DE LA PENINSULA IBÉRICA
EL FARO DE CAP DE CREUS (CABO DE CREUS)


LA NATURALEZA CON SU FUERZA DIBUJA ESPECTACULARES FORMAS





INSTANTÁNEAS DEL MONASTERIO DE SANT PERE DE RODES


EL CAP DE CREUS (CABO DE CREUS) INICIO DE LOS PIRINEOS

Nos ocupamos hoy de unos parajes muy especiales y singulares, el comienzo de la cordillera pirenáica desde el mar mediterráneo.

El Cabo de Creus

El Cabo de Creus (en catalán, cap de Creus), es un promontorio abrupto y rocoso de 672 m de altitud que se alza sobre el mar Mediterráneo en el nordeste de España. Está situado en la comarca gerundense del Alto Ampurdán (Alt Empordà), en la comunidad autónoma de Cataluña, al norte del golfo de Rosas (golf de Roses). Constituye el punto más oriental de la península Ibérica.
Está sujeto a la acción del oleaje, provocado fundamentalmente por la tramuntana (nombre local que recibe un viento frío que sopla del norte y noroeste) y los vientos de levante.
Geomorfológicamente, forma parte de las estribaciones del Pirineo oriental, que se adentran en el mar por el macizo del cabo de Creus. Sobre terrenos graníticos y esquistosos del ordovícico (paleozoico), presenta una vegetación dominante de matorrales y formaciones arbustivas. El cabo de Creus, en cuyo extremo se sitúa un faro, se encuentra en una pequeña península de carácter montañoso, cortada por numerosas entalladuras, a modo de pequeñas calas, orientadas en función de la estructura pizarrosa. En esta área se registran unas precipitaciones anuales que oscilan entre los 500 y 800 mm; se trata, por tanto, de un clima mediterráneo húmedo, caracterizado por la suavidad térmica y unas moderadas precipitaciones.
En el extremo oriental del cabo, a 87 m de altitud, se ubica un faro cuya señal lumínica tiene un alcance de 34 millas.


Aprovechemos pués para estudiar y ubicar este punto más oriental de la Península Ibérica.

La península ibérica está situada en el suroeste de Europa, rodeada por el mar Mediterráneo, el océano Atlántico y los Pirineos, que la separan del resto del continente europeo. Por el sur, la Península está separada de África (Marruecos) por el Estrecho de Gibraltar, límite entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
La península cuenta con 582.925 kilómetros cuadrados y dentro de sus límites geográficos se encuentra España, Portugal y Andorra. Su centro geográfico está en el Cerro de los Ángeles, en Madrid. El punto más alto es el Mulhacén con 3.478 metros de altura. El río más largo es el Tajo, con una longitud de 1007 km (731 km en España y 275 km en Portugal).
Su nombre proviene del río Íber, probablemente el actual Ebro, aunque también pudiera ser el Guadalquivir u otro río de la región de Huelva, donde textos muy antiguos citan un río Iberus y un pueblo al que llaman íberos. Desde tiempos remotos los griegos llamaban Iberia a la Península.
El geógrafo griego Estrabón, hablando de la Península Ibérica, la compara con una piel de toro: «se parece a una piel tendida en el sentido de su longitud de occidente a oriente y en el sentido de su anchura del septentrión al mediodía».



Geológicamente tiene como característica especial que la mayor parte de su superficie continental está configurada como una meseta, con una altura media de 600 metros sobre el nivel del mar; su litoral norte, noroeste y oeste es rocoso y con acantilados, siendo el litoral este, sureste y sur más suave.

Profundicemos un poco más sobre el paraje natural del Cab de Creus

HACIA EL CAP DE CREUS © revistaiberica

Un pedazo de tierra del Alt Empordá es suficiente para comprender la riqueza cultural, patrimonial y paisajística de esta comarca que deja acariciar sus orillas por el toque suave del Mediterráneo, mientras monasterios, castillos y templos románicos recuerdan un floreciente pasado. Desde el Port de la Selva al Cap de Creus el itinerario se muestra mucho más sorprendente de lo que el viajero pudiera imaginar. Aunque el itinerario puede realizarse en coche, nada mejor que calzarse las botas para palpar, in situ, viejas historias mezcladas con las miradas más bohemias y contemporáneas.
Pintores y escritores se enamoraron a comienzos del siglo XX de El Port de la Selva, elgiéndola como lugar de descanso y retiro. Villa marinera de estrechas callejuelas sobre las que se levantan blanquísimas casas, ve destacar entre los edificios el inmaculado campanario de la iglesia de Santa María de les Neus. La localidad costera tiene el privilegio de situarse en una bahía natural que se abre en la cornisa septentrional de Cap de Creus.

Desde aquí se inicia la ruta que conduce hasta el impresionante monasterio de Sant Pere de Rodes, al que se accede por carretera o bien caminando (unas tres horas). Las vistas desde aquí son realmente espectaculares. En las inmediaciones de Sant Pere de Rodes se encuentran los restos de la población que surgió a su amparo, Santa Creu de Rodes, cuyo edificio más importante, la iglesia de Santa Elena de Rodes, que se mantiene aún en pie.
De vuelta a El Port de la Selva el camino se dirige hacia Cadaqués.
Trece kilómetros de sinuoso camino que ofrece vistas increíbles, especialmente la que nos muestra la también villa marinera de Cadaqués. Una pista que sale de la carretera de Cadaqués a Roses permite acceder a la ermita de Sant Sebastià. Desde allí, un camino conduce hasta la cima del Puig Pení, de 605 metros de altura.
San Pere de Rodes.
La silueta escarpada de este impresionante monasterio ha sido inmortalizada por diferentes artistas a lo largo de los tiempos. Muchos son las teorias que se han barajado sobre el origen de este cenobio. Para unos, hubo un templo pagano dedicado a Afrodita Pyrene. Para otros, tres sacerdotes que se vieron amenazados por la presencia de babilonios depositaron en esta montaña unas reliquias de San Pedro y huyeron por mar. En cualquier caso Sant Pere de Rodes conoció su etapa de mayor esplendor desde el siglo X al siglo XIII. Parte de este florecimiento se debe a un noble llamado Tassi y a su hijo Hildesind. Ambos dedicaron su fortuna y sus vidas a engrandecer el lugar.
Durante el siglo XI se consagró el templo actual creciendo hasta el XIII, gracias a las numerosas donaciones y privilegios. Pero es el siglo XIV cuando comenzará un progresivo proceso de decadencia, con el consiguiente expolio de numerosas riquezas, que culminará en el siglo XVIII con el abandono del monasterio por parte de los últimos monjes que lo habitaban. El abandono provocó el desplome de las construcciones que comenzaron a ser restauradas en 1973 y que han permitido salvarlo de la ruina total.

Cadaqués, bajo la impronta de Dalí, es el punto de partida para visitar Portlligat, La Guillola, Cala Creu y dirigirse a la península del Cap de Creus. Porción de tierra que se adentra en el mar y que marca el límite con los Pirineos.
El sendero GR-11, permite conocer el verdadero carácter de la península del Cap de Creus y a la vez visitar algunas casas de campo, las ruinas de Sant Baldiri y Cala Tavallera, situada en El Golfet. De Sant Baldiri a la cala se pasa por la acequia del Talabre.
ES.BO.NA.MO.
ORDEN BONARIA