Tuesday, June 03, 2008

EL OSO NUESTRO AMIGO





EL OSO NUESTRO AMIGO


¡Cuidado! ¡Nos quedan menos de cien!

A lo largo de los últimos siglos, el Oso Pardo ha sufrido en Europa una notable reducción en su número de ejemplares.
En la primera mitad del presente siglo desaparecen los OSOS de la mitad oriental de Asturias, lo cual, junto a la realización en lugares ocupados por este animal de nuevas rutas de comunicación, da lugar a una división de las zonas oseras de la región.
El número de ejemplares ha disminuido de forma alarmante y el peligro de extinción del Oso Pardo es muy grande. Si esto ocurre podemos perder parte de nuestra historia, ya que de su relación con el hombre, la figura del Oso se ha enraizado profundamente en nuestra cultura.

Así es nuestro Oso
Ficha del Oso Pardo (Ursus arctos)
1. Tamaño, Peso:Hasta 200, e incluso 300 kg.Los oseznos al nacer pesan 400 gr.
Altura:Erguido en dos patas hasta 2 m,a cuatro patas hasta 1 m.Los machos son mayores que las hembras
4. Longevidad:

Hasta 20-25 años en libertad, hasta 40 en cautividad.
7. Estrategia invernal:
Hivernante, pero baja poco su temperatura y ritmos corporales, con lo que puede despertarse varias veces por el invierno.
En nuestras montañas pueden aparecer ejemplares activos en inviernos benignos.
2. Color:Variable, desde tonos claros amarillentos, pasando por castaño hasta casi negro.
5. Hábitat:
Mezcla de bosque con roquedos, matorrales y pastizales,en España sólo hay en las montañas Cantábricas y en los Pirineos.
8. Alimentación:
Omnívoro, principalmente vegetariano.

3. Locomoción:
Plantígrados, se pueden ergir en dos patas. Su velocidad máxima es de 50 km/h.
6. Superficie del hábitat:
Oscila entre decenas y miles de km2 según los individuos, los machos requieren espacios mayores que las hembras.
9. Situación legal:
Especie considerada "en peligro de extinción".

¿Cómo le podemos encontrar?
Es difícil saber que hace un oso, porque el oso pardo es un animal difícil de ver, sigiloso y discreto, que hace su vida en la profundidad de lo bosques y al que solamente algunos afortunados tienen la ocasión de ver en libertad. A pesar de este comportamiento esquivo, sabemos bastantes cosas interesantes acerca de él. No sólo lo que hacen, sino las características que condicionan este comportamiento. De todo esto trata la Etología, la ciencia que estudia el comportamiento de los animales. Nadie duda de que los osos son animales inteligentes y curiosos y que tienen buena memoria. Esto les permite, por ejemplo, cuando encuentran una carroña, esconderla y luego volver por la noche para comerla, e incluso regresar durante varios días, porque el oso pardo no es un animal derrochador y, si consigue una cantidad importante de alimento, la aprovecha hasta que se acaba. De adulto visita las zonas que tienen los mejores arándanos, zonas que conoció en su infancia al visitarlas con su madre.
El que no sea fácil ver a los osos porque se esconden, no quiere decir que sean temerosos, sino todo lo contrario, son animales valerosos e inteligentes que calculan los riesgos.
De todas formas, quiénes los conocen bien afirman que nunca se puede estar seguro de qué va a hacer un oso. "Si sabes qué va a hacer un oso, sabes más que él" cuentan que solía decir un viejo Guardabosques.
El oso pardo tiene fama de tener un olfato extraordinario, mucho mejor que el de los perros de caza, como lo evidencia el gran desarrollo de sus fosas nasales.
Aunque probablemente sea una exageración, se cuenta el caso de un oso pardo norteamericano, el llamado "Grizzli" que olió una carroña a 30 km. de distancia. Se suele criticar su mala vista y se dice que son miopes. Aunque los científicos señalan que esto es muy relativo. Efectivamente, parece no ver muy bien de lejos, compensando su falta de vista con el olfato y el oído. Pero de cerca es seguro que ve muy bien. ¿Cómo sino, se puede explicar su pericia en la captura de salmones "al vuelo" que vemos en los documentales norteamericanos?.
Otra característica curiosa acerca de su comportamiento, es que su oído es muy bueno y cuando oye algo extraño, sobre todo si es algo que todavía no había percibido con su fino olfato, puede ponerse nervioso y levantarse a dos patas para inspeccionar. Si descubre la presencia de un humano o cualquier otro peligro, se escabullirá.
Solamente una hembra con crías puede mostrarse agresiva. En Norteamérica, de donde proceden la mayor parte de los documentales de televisión, los osos viven en regiones poco habitadas y no han compartido durante miles de años su hábitat con los seres humanos, como ocurre aquí. Es por eso que, en ocasiones, aquellos osos pueden llegar a mostrarse agresivos con las personas. A los visitantes de los parques nacionales se les aconseja meter ruidopara evitar encuentros fortuitos y peligrosos, además de no acercarse demasiado a los osos si estos llegaran a ocurrir.
En España lo anterior es casi imposible, nuestros osos saben muy bien que lo mejor que pueden hacer si se encuentran con una persona es huir, son animales apacibles y nada agresivos.

La osera
Cuando está avanzado el invierno y las nevadas se hacen persistentes, nuestros amigos los osos buscan un refugio para protegerse. Este es, con frecuencia, una cueva no muy grande o, en ocasiones, un agujero excavado por él mismo aprovechando las oquedades existentes bajo alguna roca o árbol.
Parece que lo que más les importa a la hora de elegir el lugar, es la seguridad que les pueda proporcionar. Así, las oseras se encuentran en lugares difícilmente accesibles, aunque no necesariamente remotos, encontrándose en ocasiones muy próximas a las poblaciones humanas.
Previamente nuestros amigos tendrán que haberse alimentado suficientemente para aumentar sus reservas en forma de grasa corporal, reservas que se localizan, especialmente, alrededor de los riñones y que llegan a medir quince cm. de grosor.
Esto ocurre así, porque las duras condiciones de la naturaleza en la estación invernal exigen alguna solución. Hay escasez de comida e incluso de agua, que puede estar helada y, además, las bajas temperaturas requerirían un elevado consumo de alimentos solamente para mantener la temperatura corporal. Así que nuestros amigos los osos, optan por una de las posibles soluciones que la naturaleza depara para esta dificultad invernal. Otros animales, han optado por diferentes estrategias, como la emigración hacia el Sur, o hacia los valles y las laderas orientadas al Mediodía.
Los osos pardos refugiados en oseras, duermen enroscados sobre sí mismos. Su temperatura corporal desciende desde los 38ºC habituales hasta los 33ºC o 34ºC. Disminuyen así mismo sus latidos de corazón desde 40 pulsaciones hasta 10 pulsaciones por minuto y el ritmo respiratoria se ralentiza de forma similar.
Es un sueño profundo, en el que ni orinan ni defecan, pero que se parece más al sueño nocturno de los humanos que a una verdadera hibernación al estilo de la del lirón gris, el erizo o los murciélagos. Estos animales adaptan su temperatura a la del entorno, pudiendo llegar a temperaturas próximas a los 0ºC.
Dentro de las oseras las condiciones son relativamente agradables; al ser bastante reducidas de tamaño y al haber introducido en ellas hojarasca, musgo y ramas para confeccionar la cama, se consiguen unas buenas condiciones de aislamiento térmico que, junto al calor generado por el propio cuerpo del animal, hacen que la temperatura se mantenga dentro de unos límites tolerables.
El tiempo de permanencia en la osera suele ser de 1 ó 2 meses, siendo más largo en climas más fríos. Las osas con crías recién paridas permanecen en el interior cerca de cuatro meses.

Los esbardos (oseznos)
En mayo y junio los osos pardos entran en celo, los machos recorren el territorio buscando hembras. Cuando encuentran a una, la pareja permanece unida varios días, después cada cual sigue su camino. Los osos pardos son promíscuos, quiere esto decir que un oso puede aparearse con varias hembras y éstas con varios machos, durante el mismo año.
Los oseznos nacen en enero, cuando la osa se encuentra refugiada en el interior de la osera. Resulta, por tanto, que la gestación de las osas dura cerca de nueve meses, lo cual parece demasiado tiempo para un animal que, al nacer, pesará solamente 400 gramos.
Los científicos informan que el desarrollo del feto se interrumpe durante el verano, continuando de nuevo al final del otoño.
La camada suele ser de dos o tres oseznos muy pequeños y casi sin pelo. Sin embargo, estos oseznos crecerán muy deprisa y, cuando llegue la primavera, ya estarán en condiciones de salir con su madre de la osera, permaneciendo con ella hasta el año y medio de edad. Esto hace que las osas se reproduzcan, como máximo, cada dos años. Los osos empiezan a reproducirse entre los tres y cinco años de edad.
Los peligros a los que se enfrentan hacen que dos de cada tres nacidos no logren sobrevivir hasta llegar a la madurez sexual.

El Oso se alimenta
El Oso pardo cantábrico, al igual que los de otras poblaciones, es un animal omnívoro con una marcada tendencia vegetariana.
El aporte vegetal a su dieta supera el 85% del total en todas las estaciones; sólo los frutos de árboles y arbustos ya suponen, a lo largo del año más del 50% de su alimentación.
Aunque la dieta del oso es muy variada, entrando a formar parte de su composición elementos muy diferentes, desde un punto de vista estacional esta diversidad disminuye considerablemente, dominando en cada período considerado uno o dos tipos de alimentos. Lo que se produce es un uso secuencial de diferentes recursos que se van reemplazando a lo largo del año. Los alimentos básicos son, fundamentalmente, las herbáceas en primavera, los frutos carnosos en verano, y los frutos secos, de cupulíferas en otoño e invierno.
La dentadura del oso presenta diferencias con respecto a la de otros carnívoros, al haberse adaptado a un régimen de alimentación omnívoro y predominantemente vegetariano. También el sistema digestivo, aun conservando las características básicas de un carnívoro, está mejor adaptado al consumo de vegetales. Así, el intestino, principal porción de digestión y absorción del tubo digestivo, es de mayores dimensiones respecto al tamaño del cuerpo, con lo que, al aumentar el tiempo de tránsito de los alimentos por el tubo digestivo, puede absorberlos y digerirlos mejor. En los rumiantes, el tubo digestivo adquiere máxima complicación y mayores longitudes; por ejemplo, la longitud del intestino en relación a la del cuerpo es cuatro veces mayor en el caso de la marta, ocho en el caso del oso pardo y once en el del corzo. Esta comparación con otros dos animales cantábricos ilustra la situación intermedia de un oso pardo entre un carnívoro, consumidor más frecuente de presas animales, y un herbívoro.
Por otra parte, la baja tasa metabólica del oso pardo, en relación al gran tamaño de su cuerpo, contribuye también al bajo consumo energético. Puede resultar paradójico que sus requerimientos energéticos se cubran principalmente mediante el consumo de alimentos que se distribuyen en pequeñas unidades (herbáceas, pequeños frutos, insectos) y que en gran parte están sometidos a fluctuaciones de abundancia estacionales, interanuales y locales. Las famosas "vecerías", o "entradas" de frutos son hoy todavía motivo de estudio, pero aún se sabe poco sobre su periodicidad. Aparte de las adaptaciones fisiológicas a las que hemos hecho referencia existen otros factores que ayudan a la especie a mejorar la rentabilidad energética. Un factor que puede jugar un papel importante en la optimización de la dieta de los longevos osos es la memoria individual, que les permite identificar y recordar distintas fuentes de alimentos.
Por otra parte, el consumo de herbáceas o frutos se produce en los lugares donde abundan las plantas productoras, siendo ingeridos de forma masiva y prolongada en un comportamiento casi de "forrajero". Se ha constatado el consumo de hasta 200.000 frutos de algunas especies por un oso en un solo día.
La búsqueda e ingestión de alimento ocupa la mayor parte del tiempo activo de un oso pardo, y es un factor que, en buena medida, determina sus movimientos y uso del espacio. La alimentación puede ser además un factor limitativo para la demografía de las poblaciones. Efectivamente, el número de crías y su posibilidad de supervivencia tienen mucho que ver con el grado de engorde de las osas gestantes. Es durante las estaciones en que el oso consume frutos, última mitad del verano y otoño, cuando consigue las mayores ganancias de peso, a base de acumular grasas que serán posteriormente utilizadas durante la hibernación e incluso en fases de actividad posteriores a ésta.
Estas ganancias pueden llegar a suponer aumentos de hasta el 40% en relación a pesos primaverales. Salsero, por ejemplo, pesaba 180 Kg cuando fue capturado en el otoño de 1985. Un año después se le efectuó otro control en la misma época estacional, pesando entonces sólo 132 Kg; la causa está en que en dicho otoño hubo una baja producción de bellota y hayuco.

Los vecinos del Oso
Donde hay un ser vivo, se puede afirmar con seguridad que también hay otros seres vivos. Esto es así no sólo porque busquen los lugares adecuados, sino porque los seres vivos requieren para su supervivencia de la existencia de otros seres vivientes.
Al lugar donde vive una planta o un animal se le denomina su hábitat. En el caso de nuestros amigos los osos, su hábitat presenta varias zonas diferentes: el bosque, el matorral y roquedo, las brañas y pastizales de altura e incluso, en ocasiones, las praderas de siega de la parte baja del valle.
En cada uno de estos lugares existe una flora y una fauna características, a esta fauna es la que podemos considerar como "el vecindario" del oso pardo. En muchas ocasiones, estos vecinos tienen tantos problemas de supervivencia como nuestros amigos los osos. Esto es lógico puesto que al vivir en el mismo sitio, muchos de los problemas que afectan a uno afectan también a los demás. Entre todos estos problemas, destaca el de la degradación de los hábitats, es decir, el deterioro progresivo, cuando no la desaparición de estos lugares donde nuestros amigos viven: bosques, praderas y zonas de matorral.
Tenemos tendencia a pensar en animales grandes como los únicos habitantes de la naturaleza, pero existen multitud de pequeños animales como los insectos que son también importantes y que, como los animales grandes y la vegetación, sufren los problemas de su degradación.
¿Quiénes son algunos de estos animales vecinos de los osos?. Son diferentes en cada hábitat, podemos decir que en las zonas que el oso recorre, se encuentra con vecinos diferentes, es parecido a cuando nosotros recorremos diferentes calles de nuestro barrio, pueblo o ciudad.
En el bosque, cuando el oso lo recorre a la búsqueda de alimento, se puede encontrar con algunas aves como el Urogallo, que es otra de las joyas de nuestra fauna, y que como el oso pardo, está viendo amenazada su supervivencia. También puede encontrarse con el carpintero Pito Negro, o si es por la noche, le acompañará el enigmático sonido del Cárabo, una de las rapaces nocturnas más características de nuestros bosques. En su paseo, el oso puede encontrarse después con animales grandes como el ruidoso Jabalí, o el esbelto Corzo, pero como buen observador que es, no le pasará desapercibida la presencia de pequeños vecinos, como el Ratoncillo de Campo o la del Lirón Gris, al que acompaña la fama de dormilón a causa de su profundo letargo Invernal.
Cuando el oso abandona la seguridad relativa de la espesura del bosque, y se aventura por las zonas altas, en el dominio de la roca o del matorral, puede tener ocasión de encontrase con otros vecinos.
Si mira al cielo, podrá ver las evoluciones del Buitre Leonado que estará buscando animales muertos de que alimentarse, o quizás las de la imponente Águila Real, que estará haciendo lo propio con animales que cazar. Si no está atento, puede verse sorprendido por el rápido vuelo de la Perdiz Pardilla cuando atraviese el matorral. donde de paso podrá saludar al Cuervo, o al astuto Zorro que seguramente andará a la búsqueda de alguna Liebre para desayunar. Si en su camino se acerca a las rocas, probablemente la huida ágil de los Rebecos distraerá su atención durante un momento.
El Oso Pardo sabe que no es conveniente aventurarse en los dominios del hombre, sin embargo estos no están claramente definidos en muchos aspectos y así, en las zonas de pastizales altos, nuestro amigo puede entretenerse viendo pastar a vacas y ovejas, e incluso es probable que pase por su cabeza la idea de merendarse a alguna, pero es casi seguro que no lo intentará, conformándose con alimentarse de los cadáveres de aquellas que ocasionalmente puedan morir. Sólo los más atrevidos, podrían aprovechar la ocasión y aventurarse a capturar una oveja, casi el único animal doméstico que es depredado por nuestro amigo.
En contadas ocasiones el oso sale del bosque por las zonas bajas, aventurándose a los prados de siega, es una aventura que realizan con más frecuencia otros habitantes del bosque como el Corzo o el Jabalí. El Oso lo suele hacer atraído por la presencia de su manjar favorito, la miel, que se encuentra en las colmenas de las Abejas.
Debemos perdonar estos deslices a nuestro amigo, puesto que de un animal tan bello y poderoso, uno se puede esperar alguna travesura.

Peligros
La caza del oso ha sido siempre parte de la vida tradicional en las montañas. Esta caza no se practicaba como deporte, ni de forma individual, aunque hubiera individuos especializados en ella.
Por contra, se realizaban "batidas" contra el oso, en las que los habitantes de estos valles buscaban venganza por las pérdidas que les había producido en sus rebaños.
Según parece, poco importaba que en muchos casos no se hubieran producido grandes daños. Sin embargo, en estas ocasiones la ira parecía apoderarse de la población, la cual, para calmarla, recurría a la caza de este animal, terminando todo el asunto en una gran fiesta alrededor del trofeo conseguido, en la que el que había logrado matar al oso era considerado casi como un héroe.
Esta caza, que estaba protegida e incluso impulsada por la ley que llegaba a obligar a los habitantes a participar en las batidas, no contaba evidentemente con los instrumentos de matar que la actual, era mas bien artesana y los cazadores arriesgaban su vida en el empeño. Hoy en día, la caza del oso está prohibida, pero el oso sigue cazándose de forma furtiva, además de que los osos se enfrentan a otros peligros derivados de los nuevos usos del territorio.
ESBONAMO
ORDEN BONARIA